Y ese día mi corazón se desplomó, silenciosamente...
Incluso destrozado, llorando, la memoria jamás se puede borrar.
Y continúan aún los sentimientos que tengo, y espero que un día se sigan iluminando con más fuerza,
pero ahora debo estar a la espera, tener fé de que esa persona reflexione sobre lo que hacer, lo que es mejor para ella.
El tiempo y la paciencia no son especialmente aliados...
ResponderEliminarSuerte